Carta # 5
Querida,
Son las 10:25 pm en Managua, ya estamos en la misma zona horaria.
Después de mi última carta en la que te dije adiós aseguré no escribirte más, pero acá estoy escribiéndote apresurándome porque siempre sos efímera.
“Tomémonos esto al suave” me dijiste, pienso en el tiempo el tuyo y el mío, diacronía, seguida surge la velocidad esa que me pedís disminuir. La velocidad no existe si no hay tiempo y distancia, distancia es lo que más hemos tenido, tiempo es lo que te esperé, se le suma el tiempo que deje de esperar.
A más velocidad mayor es el desplazamiento, pero acá no hay movimiento rectilíneo uniforme, nada es recto entre vos y yo.
Voy bajando la velocidad si eso implica más tiempo con vos.
U